El calor extremo puede ser desafiante, especialmente cuando se trata de mantener nuestro cuerpo adecuadamente hidratado. La deshidratación no solo puede causar molestias leves como dolores de cabeza y fatiga, sino que también puede llevar a problemas de salud más serios. Aquí te presentamos cinco tips esenciales para mantenerte hidratado durante los días más calurosos del verano:
1. Bebe Suficiente Agua
Parece obvio, pero es crucial. Durante el calor extremo, tu cuerpo pierde agua más rápidamente a través del sudor. Intenta beber al menos ocho vasos de agua al día, y aumenta la cantidad si estás realizando actividades físicas o pasando mucho tiempo al aire libre. Lleva siempre contigo una botella de agua reutilizable para asegurarte de tener acceso a agua fresca en todo momento.
2. Incorpora Alimentos Hidratantes a tu Dieta

Los alimentos con alto contenido de agua pueden complementar tu ingesta de líquidos. Frutas como sandía, melón, fresas y naranjas, y verduras como pepino, lechuga y apio son excelentes opciones. Estos alimentos no solo ayudan a mantenerte hidratado, sino que también te proporcionan vitaminas y minerales esenciales.
3. Evita las Bebidas con Cafeína y Alcohol
La cafeína y el alcohol son diuréticos, lo que significa que pueden aumentar la producción de orina y, por lo tanto, contribuir a la deshidratación. En días de calor extremo, es mejor optar por bebidas sin cafeína y sin alcohol, como agua, infusiones de hierbas frías o jugos naturales.
4. Consume Bebidas Electrolíticas

Durante el calor extremo y especialmente si estás sudando mucho, puedes perder electrolitos como sodio, potasio y magnesio. Las bebidas deportivas o las soluciones de electrolitos pueden ayudar a reponer estos nutrientes esenciales. Sin embargo, elige opciones bajas en azúcar o prepara tus propias bebidas electrolíticas en casa usando agua, una pizca de sal, y jugo de frutas natural.
5. Refresca tu Cuerpo Externamente
Además de beber líquidos, refrescar tu cuerpo externamente también puede ayudar a mantener una temperatura corporal adecuada. Toma duchas frías, usa compresas húmedas en la frente y muñecas, y mantén un ventilador o aire acondicionado encendido durante las horas más calurosas del día. Rociar tu rostro y cuello con agua también puede ser una forma rápida y efectiva de refrescarte.